Hoy nos vamos a Ostolás, pues parece ser que anda por allí algún jabalí que otro. Resaque duro y poco lucido para el trabajo de los perros, por la abundancia de erizones en la práctica totalidad del mismo.
Viene como invitado desde Tarragona mi amigo Gerard, al que finalmente he podido convencer para que conozca el monte, la forma de cazar y el ambiente de Sarsa. Se coloca en el 9 de debajo de la Ralla de Ostolás. No es mal puesto, a ver si tiene suerte.
También nos acompaña para resacar durante todo el fin de semana Eric Gauthier, cazador francés afincado en Alava, a la vez que representante de Teleseguidor en Francia. Trae dieciocho anglofranceses de petite vénerie, en su mayoría blancos y negros, salvo dos o tres tricolores. Como podeis imaginar, nos pegamos los dos días hablando sin parar de perros de rastro, y de los anglofranceses en particular. A ello ha ayudado, además, el hecho de que el tal Eric sea un tipo accesible, campechano y de trato agradable.
Un detalle que me ha sorprendido mucho, observando sus perros al natural, es la notable diferencia que existe tanto a nivel de morfología (especialmente en las cabezas, además de la capa) como de carácter entre los petite vénerie blancos y negros y los tricolores. En lo atinente al carácter, Eric me comenta que los "blanc et noir" son canes mucho más sensibles que los tricolores, que admiten mucho menos el castigo y a los que hay que tratar con más suavidad.
Viéndolos cazar, me da la impresión de que son perros un poco más pegados al rastro. Su voz tiene un tono diferente, es más aguda y estridente que la de los tricolores, a la vez que menos potente, o al menos eso me parece.
Me sorprende que unos y otros estén agrupados oficialmente bajo un mismo standard, pues creo que esas diferencias, aunque tal vez no sean mas que matices, podrían justificar perfectamente distinguirlos en dos razas, como se ha hecho con las tres variedades de anglofrancés de talla grande.
También nos acompaña para resacar durante todo el fin de semana Eric Gauthier, cazador francés afincado en Alava, a la vez que representante de Teleseguidor en Francia. Trae dieciocho anglofranceses de petite vénerie, en su mayoría blancos y negros, salvo dos o tres tricolores. Como podeis imaginar, nos pegamos los dos días hablando sin parar de perros de rastro, y de los anglofranceses en particular. A ello ha ayudado, además, el hecho de que el tal Eric sea un tipo accesible, campechano y de trato agradable.
Un detalle que me ha sorprendido mucho, observando sus perros al natural, es la notable diferencia que existe tanto a nivel de morfología (especialmente en las cabezas, además de la capa) como de carácter entre los petite vénerie blancos y negros y los tricolores. En lo atinente al carácter, Eric me comenta que los "blanc et noir" son canes mucho más sensibles que los tricolores, que admiten mucho menos el castigo y a los que hay que tratar con más suavidad.
Viéndolos cazar, me da la impresión de que son perros un poco más pegados al rastro. Su voz tiene un tono diferente, es más aguda y estridente que la de los tricolores, a la vez que menos potente, o al menos eso me parece.
Me sorprende que unos y otros estén agrupados oficialmente bajo un mismo standard, pues creo que esas diferencias, aunque tal vez no sean mas que matices, podrían justificar perfectamente distinguirlos en dos razas, como se ha hecho con las tres variedades de anglofrancés de talla grande.
Hacemos un total de cinco jabalíes. Levanto en dos ocasiones, y Tino y Lista acaban en tierra llana a casi siete kilómetros, cerca de Garisa Baja, en medio de los campos de labor. Han debido llegar allí tras algún jabalí de la manada que ha salido encima del campo de La Ferrera. Como es terreno fácil, en cuestión de veinte minutos les echo el guante. A las seis de la tarde ya estoy en la perrera con todos los canes a buen recaudo.
A Eric le faltan ocho perros y le cuesta un poco más, pero llega a comer sobre las las siete y cuarto con todos recogidos. Hay que reconocer lo bien que funciona el Teleseguidor. Nada más encender la PDA en la suelta, aparecieron en la pantalla ocho flechitas, y a partir de ahí la cosa consistió en llegar a los perros estableciendo un orden de prioridad en función del lugar en que se encontraba cada uno, de su proximidad y de la complejidad de acceso.
Gerard ha tirado en malas condiciones, sin poder tocar pelo, a un jabalí que se le había colado a Bailo por la espera de encima. Lo más gracioso del caso es que Bailo había pedido que lo colocasen allí, argumentando que en ese mismo puesto se le había colado otro la última vez que hicimos este resaque, y que ahora ya se había aprendido la jugada. Manda huevos, que diría Trillo. Si quieres café.....toma dos tazas.
A Eric le faltan ocho perros y le cuesta un poco más, pero llega a comer sobre las las siete y cuarto con todos recogidos. Hay que reconocer lo bien que funciona el Teleseguidor. Nada más encender la PDA en la suelta, aparecieron en la pantalla ocho flechitas, y a partir de ahí la cosa consistió en llegar a los perros estableciendo un orden de prioridad en función del lugar en que se encontraba cada uno, de su proximidad y de la complejidad de acceso.
Gerard ha tirado en malas condiciones, sin poder tocar pelo, a un jabalí que se le había colado a Bailo por la espera de encima. Lo más gracioso del caso es que Bailo había pedido que lo colocasen allí, argumentando que en ese mismo puesto se le había colado otro la última vez que hicimos este resaque, y que ahora ya se había aprendido la jugada. Manda huevos, que diría Trillo. Si quieres café.....toma dos tazas.
Macho, es que te juntas con cada uno, nada menos que con Migrastre. Y luego te quejas.
ResponderEliminarsalut.